Como os comenté en una entrada anterior, os voy a hablar de algunos niños con Necesidades Educativas especiales, y esta vez va a ser sobre los niños con Síndrome de Down (aspectos generales, después ya sabemos que cada persona es un mundo).
El Síndrome de Down se da por un error cromosómico, y puede darse por varias anomalías: Trisomía 21 (tienen un cromosoma más, lo normal para los seres humanos es tener 46 cromosomas); Traslocación (desplazamiento de un segmento cromosómico a otro lugar). Las características físicas más generales que presentan son: hipotonía muscular, movimientos poco precisos, dificultad respiratoria, miopía, ojos rasgados, manos anchas y dedos cortos, niños muy alegres, aprenden juegos con facilidad y muy sensibles al rechazo (existen muchas más características).
Existen diversos factores (intrínsecos o extrínsecos) por los que se puede dar el Síndrome de Down: como puede ser la edad de la madre (a mayor edad cuando se queda embarazada, más probabilidades, aunque no tiene porqué darse), radiaciones (rayos X u otros), agentes químicos o inmunobiológicos, etc.
Hoy en día, tener un niño con Síndrome de Down, no es ningún problema como se creía en la antigüedad, ya que la sociedad en la que vivimos, cada día hace más por integrarles en el día a día. En el ámbito escolar, estos alumnos están integrados en aulas ordinarias y realizan el mismo tipo de actividades que aquellos niños que se consideran "normales". La única diferencia, es que tienen un ACI (Adaptación Curricular Individualizada) acorde a su nivel, con unos objetivos adaptados, pero todos cuando acaban la escolarización obligatoria saben leer, escribir, sumar, restar, jugar, reír... Hay que seguir otro ritmo de aprendizaje con ellos, pero no es una carrera de velocidad, es una carrera de fondo.
A estos niños, les gusta mucho jugar, por lo que se suele usar una metodología más flexible y dinámica a la vez que divertida, pero que también se puede usar con toda la clase, porque es la mejor forma de que aprendan todos los niños.
Durante mi etapa de profesora (ya que en las prácticas no he tenido a ningún niño/a con Síndrome de Down), tuve que enseñar y ayudar a un niño, y la verdad es que fue todo un reto personal. Pero cuando al cabo de los meses ves todo lo que has conseguido.....te da igual las horas que hayas invertido, preparado material especial para jugar, repitiendo las cosas una y otra vez, porque es algo que no se puede pagar con nada. Ver su sonrisa al ver como consigue un objetivo, sin él darse cuenta, a través de juegos, canciones....y muchas de las veces con la ayuda de sus propios compañeros....es magnifico. Tengo que agradecer al resto de mis alumnos su ayuda, porque este niño estaba muy integrado con sus compañeros y recibía mucha atención por parte de ellos y ellos también hacían lo posible por ayudarle dentro de sus posibilidades.